En Italia podemos distinguir cuatro grandes unidades de relieve: los Alpes, la llanura Padana, los Apeninos y las islas volcánicas. En realidad la península itálica se organiza en torno al sistema de los Apeninos, que queda al sur de la gran cordillera de los Alpes. Entre ambas unidades se encuentra una amplia llanura de sedimentación sobre la que discurre el río Po. Cerdeña es un enclave de los Alpes que surge en el Mediterráneo, junto con Córcega, y las islas del Mediterráneo, desde Sicilia a otras menores, son estructuras volcánicas de reciente surgimiento.
Los Alpes desarrollan en Italia todo su sector sur. Abarcan más de 233.000 km², con casi 1.300 km de largo y entre 120 y 225 km de ancho. Se trata de una cadena, paradigma del relieve alpino, en la que encontramos mantos de corrimiento sucesivos, organizados en escamas, y cumbres de crestas vivas. En el sector axial, donde aparecen los materiales más duros, se encuentran las montañas más altas. A medida que nos desplazamos hacia el exterior aparecen los materiales calizos y los pliegues directos de tipo jurásico. Podemos distinguir tres unidades dentro de los Alpes: los Alpes Piamonteses, los Alpes Lombardos y los Alpes Vénetos.
Los Alpes Piamonteses, u Occidentales, comienzan en el golfo de Génova, y van desde el paso de Cadibona hasta el Simplón. Dominan las regiones de Liguria, Valle de Aosta y el Piamonte. Se muestran como un gran murallón que ascienden rápidamente desde la llanura Padana hasta los 3.000 metros, donde hacen frontera con Francia. Aquí se encuentran el monte Rosa (4.634 m), el más alto de Italia, y el monte Cervino (4.478 m), con una de las principales escaladas alpinas. Están en el entorno del Mont Blanc, que cae del lado francés.
Los Alpes Lombardos van desde el Simplón hasta el paso de Resia. Son los Alpes centrales. En su mayor parte hacen frontera con Suiza. Se caracterizan por que sus estructuras de relieve se disponen en bandas longitudinales, donde las condiciones climáticas se diferencian mucho de su entorno.
Los Apeninos son la espina dorsal de la península itálica. Tiene unos 1.500 km de largo y una anchura variable de entre 30 y 150 km. Se trata de una cordillera alpina, pero con una menor incidencia de los mantos de corrimiento. Predominan los pliegues calizos. La zona sur se encuentra muy cerca de un límite de placa, por lo que son frecuentes los terremotos y los fenómenos volcánicos. Podemos distinguir tres sectores: los Apeninos septentrionales, los centrales y los meridionales. Son más bajos que los Alpes. La mayor altitud se alcanza en el monte Cimone (2.163 m).
Los Apeninos septentrionales van desde el paso de Cadibona hasta la Bocca Serriola. Predominan las rocas arenosas y arcillosas, y los pliegues directos de tipo jurásico. Los Apeninos centrales. o Abruzos, van desde la Bocca Serriola hasta el paso de Tionero. Aquí predominan las calizas, y los pliegues suelen estar fracturados, por lo que aparecen estructuras de horst y graven. Los Apeninos meridionales van desde el paso de Tionero hasta su encuentro con el mar Jónico. Se dividen en tres cadenas, los Apeninos Napolitanos, Lucano y Calabrés. El conjunto, y la península se cierra con los macizos de Sila y Aspromonte, de origen herciniano.
En torno a esta parte axial de los Apeninos aparecen los Antiapeninos, cadenas montañosas que dan paso al sector axial, y rodeándolas a todas las llanuras litorales, más o menos desarrolladas, que ponen en contacto estas estructuras con los mares del Mediterráneo.
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